Museo de la Seda - Suzhou

Para su empleo comercial, las pupas se matan alrededor del décimo día después de haberse formado el capullo sumergiéndolos en una maquina llamada cocinador, con agua hirviendo una temperatura de 80 a 100 grados centígrados, luego el capullo se lava para quitar las sustancias adhesivas que lo mantenía unido.

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