Piedra de Rosetta
Se descubrió en el delta occidental del Nilo en 1799. Las inscripciones en demótico, griego y jeroglífico que registran el mismo acontecimiento, acaecido el año 196 AC, proporcionaron la clave que permitió a los criptógrafos de principios del siglo XIX la lectura de los jeroglíficos egipcios, que habían permanecido indescifrables desde la antigüedad.